De cada $100 que recibe una familia, $20 van a pagar créditos. Alertan por disparo de cartera mala.
Aunque la deuda de los colombianos, solo contando la que tienen con las entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera, puede sonar escandalosa –cerca de 503 billones de pesos hasta 2019–, esta no indica que estén sobreendeudados.
Se estima que de cada 100 pesos que ingresan a las arcas familiares, poco más de 20 van al pago de deudas (capital e intereses). Lo recomendado por expertos en finanzas personales es que ese porcentaje no supere el 30 por ciento de los ingresos.
Para ese momento, la colocación de nuevos créditos crecía a un ritmo del 3,8 por ciento real, debido a la dinámica de los préstamos de consumo (11,5 por ciento real) e hipotecarios (6,5 por ciento real), mientras que las deudas en mora caían cerca del 2,1 por ciento, muestra de que la gente seguía poniéndose al día con sus obligaciones atrasadas.
Así las cosas, hasta hace poco ese nivel de deuda era manejable y su dinámica era una señal clara de que la economía ganaba mayor tracción para beneficio de todos.
Pero hoy, con una pandemia declarada, con la casi totalidad de la población confinada en sus casas –muchos teletrabajando–, con el aparato productivo a media marcha y de cara a una recesión, la cifra que sonaba amigable hace unas semanas ahora se ve con mucha preocupación.
Solo la deuda actual de los hogares colombianos con la banca se estima en 234 billones de pesos, de los cuales el 67,2 por ciento son préstamos de consumo, es decir, plata que las familias han tomado para financiar vacaciones, compras de vehículos, tecnología, regalos, ropa, comidas en restaurante y diversión, entre muchos otros gastos suntuarios.
Las deudas hipotecarias, que están respaldadas con inmuebles, son el restante 32,8 por ciento de ese gran total. Juan Pablo Granada, experto en finanzas y presidente de la firma Customer Index Value (CIV), advierte que “en este momento las personas independientes, los que generan pocos ingresos o los que no los están generando estarán recurriendo a su capacidad de endeudamiento, es decir, sus cupos de tarjetas de crédito, de préstamos rotativos, para suplir sus necesidades aprovechando los alivios que están dando los bancos”.
En ese contexto –dice–, una vez terminada la crisis, muchas personas no tendrán la capacidad de reactivar rápido sus ingresos, otras perderán sus trabajos y, en definitiva, estarán más endeudadas. “Los deudores tienen que saber que (con los alivios) no están eliminando las deudas, sino que aplazar cuotas implica aplazar el capital, por lo tanto, en estos meses la deuda sigue intacta”.
Las alertas
En reciente entrevista con EL TIEMPO, Jorge Castaño, superintendente financiero, dejó claro que los colombianos no estaban sobreendeudados, pero, de alguna manera, le preocupaba el hecho de que las personas cada vez se tomaban más tiempo para pagar sus créditos, sobre todo los de consumo.
El funcionario también envió un mensaje de tranquilidad sobre la solidez del sector financiero para enfrentar situaciones de estrés, como la actual, y señaló que “por cada peso en mora, las entidades tienen guardados 1,41 como respaldo, lo que en plata significa que hay 30,5 billones para cubrir esos créditos atrasados”. Pero ¿cómo están las deudas de consumo de los colombianos ahora cuando cientos podrían tener dificultades para cumplir con sus pagos mensuales?
Datos oficiales indican que por uso de sus tarjetas de crédito, las personas debían más de 30,6 billones de pesos, de los cuales 1,7 billones estaban en mora.
Las deudas de vehículo superaban los 15 billones, y de estos poco más de 1 billón estaba atrasado.
Los créditos rotativos ascendían a más de 6,4 billones; los de libre inversión, a 43,7 billones, y las libranzas, cuya cuota mensual se descuenta de la nómina del trabajador, a más de 54,7 billones.
Las familias de menores ingresos le deben a la banca cerca de 60.100 millones en créditos de bajo monto, según la entidad.
Llegó la pandemia
El arribo y expansión del covid-19 por el país sin duda tendrá consecuencias tanto en la cartera bancaria como en las finanzas de los hogares, a causa de la caída en los ingresos de las familias y de la propia banca.
Previendo esa situación, la mayoría de bancos lanzaron planes de alivios para sus deudores, en especial para aquellos con menores ingresos y para quienes, bajo la actual coyuntura, no tendrán cómo afrontar la cuarentena.
Hasta el 3 de abril se ha beneficiado a 2’971.410 deudores (personas naturales y jurídicas) con 3’922.994 créditos con un saldo de 66,7 billones de pesos. El 85,5 por ciento son deudores de préstamos de consumo.
Préstamos, mejor pagarlos
Los bancos han sido claros en advertir que si la persona no tiene dificultades para cumplir con sus obligaciones, debe informar para que se mantengan las condiciones actuales de sus créditos.
Catherine Pardo, directora de experiencia al cliente de BBVA, recomienda usar los alivios solo si son necesarios, pues hay que cuidar la salud financiera.
Los expertos consultados coinciden en que las personas deben ser conscientes de que estos alivios tienen como fin ayudarlos a superar esta coyuntura, pero, una vez esta pase, habrá que reiniciar el pago de esas deudas, bajo las condiciones pactadas.
De no ser así, el riesgo de tener un sobreendeudamiento que después no se pueda pagar cuando las condiciones se normalicen y se empiecen a exigir los pagos puede ser bastante caótico y difícil para las personas.
Considerando ese contexto, Juan Pablo Granada advierte que ve “una bola de nieve que en términos de endeudamiento puede ser muy complicada para los hogares que no tengan claro que no pagar ahora no significa disminuir su deuda, sino todo lo contrario. Por eso es clave bajar los gastos y el uso del crédito a la mínima expresión y a las necesidades básicas, disminuir los costos y gastos suntuarios”.
CARLOS ARTURO GARCÍA M. – El Tiempo
https://www.eltiempo.com/economia/finanzas-personales/covid-19-asi-estan-las-deudas-de-los-hogares-en-medio-de-la-crisis-por-la-pandemia-483626